Hace un tiempo que me ronda esa idea por la cabeza, y este artículo en la revista en línea Consumer me lo viene a confirmar.
No se pueden aplicar las energías renovables sin tener en cuenta las consecuencias.
Por ejemplo, los generadores eólicos, si se implantan en exceso podrían cambiar el clima de la zona en la que se instalen (ya que pueden llegar a frenar vientos estacionales, impedir el traslado de la humedad de unas zonas a otras, etc), pero dado que por otro lado hemos cambiado ya tanto el clima mundial (con vientos huracanados, tormentas más habituales y torrenciales, temporadas más largas sin lluvias, etc) ¿qué pueden afectar unos cuantos molinos que ni siquiera frenan tanto el viento? (la superficie de sus aspas apenas afecta al 20% de la circunferencia que abarcan).
Sin duda en el caso de esta fuente renovable los beneficios son mucho mayores que los efectos negativos; sin duda es preferible reservar el petróleo y el carbón para cuando no hace viento que aumentar el CO2 simplemente porque son (o eran) energías baratas.
Nunca se mira (o se mira para otra parte) el coste medioambiental de las energías sucias, sobre todo de la nuclear (el Reino Unido pretende contaminar todos sus océanos al declarar que confiará su futuro a esta energía).
En el caso de los biocarburantes, sabemos que actualmente los que más CO2 destruyen son los árboles, en el proceso de la fotosíntesis generan O2 a partir del CO2, por lo que en verano la proporción de CO2 baja, y es en invierno (que además se consume más gas y electricidad para calefacción) la tendencia es la contraria. Si talamos árboles para plantar maíz, trigo, etc, para la producción de biocombustibles, podríamos acelerar la desertización de muchas zonas como España, ya que los árboles convierten la tierra sobre la que crecen en una "esponja" para el agua, al evitar la exposición directa al sol y perforarla con sus raíces. Además aprovechan mejor los recursos hídricos a más de medio metro de profundidad, donde no llegarán nunca las raíces de los cereales, por lo que gran parte del año no se está aprovechando la energía del sol (cuando los árboles caducos lo hacen desde primavera a otoño, mientras los de hoja perenne todo el año).
Y si pensamos en los problemas de alimentación que traería la demanda de estos cereales para biocombustibles nos damos cuenta que casi nadie puede pagar un euro y pico por un kilo de harina de trigo, por lo que deberán dedicarse sólo los excedentes (que no los hay, si pensamos en el tercer mundo) a estos menesteres.
Otra energía renovable en entredicho es la solar. Si no fuera porque está subvencionada y porque lleva la energía allí donde se necesita (sin tener que recorrer grandes distancias, con las pérdidas que eso supone), no sería apenas rentable, ya que hasta que se mejore su desarrollo, un panel solar consume casi tanta energía en su producción como la que generará en su vida útil.
En definitiva, si no se desarrolla la tecnología necesaria para convertir la madera de los árboles en biocombustibles (me recuerda los gasógenos de los años 40, tema al que dedicaré todo un artículo), la energía de menor impacto medioambiental y humano es la eólica, siempre que se respeten los pasos de migración de las aves y no se sobreexplote en una misma zona.
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Me gusta en general tu articulo, solo quiero hacer un par de puntualizaciones. La energia eólica no es una buena solucín las torres son de acero y requieren muchisima energía en su construcción, requieren de grandes grupos de baterias, las cuales son hipercontaminantes, e introducen mucho ruido en la red electrica.
ResponderEliminarLa nuclear pese a sus peligros es la mejor solución frente al CO2, y si es cierto que sus residuos seran un peligro dentro de 200 años, pero el problema es que si seguimos produciendo CO2 a este ritmo, NO TENEMOS 200 AÑOS. La cura, a falta de una fusión fria, superconductores a temperatura ambiente y la pila de hidrogeno, es jodida, como la quimio para el cancer: Energia nuclear, GNC vehicular y fuertes inversiones en reforestar, las demas, son tiritas
Alvaro Gimenez de Cal
Gracias por tu comentario, pero permíteme que no comparta tu opinión respecto a los molinos y la energía nuclear.
ResponderEliminarSegún algunos estudios, sólo hay uranio (el mineral que mueve las centrales nucleares) para unos 85 años, por lo que es una aberración hipotecar nuestro futuro con menos de 100 años de energía.
Por otro lado, los molinos no requieren tanta energía en su construcción como la que producirán; la proporción es abismal (trabajo en una empresa que hace las carcasas para el cabezal de las aspas), y no requieren baterías, van conectados directamente a la red; y además si te fijas en la gráfica de R.E.E. de energía eólica generada durante las últimas 20 horas (en su página web) verás que suele ser bastante estable; en España no suele haber cambios bruscos.
Cada vez estoy más convencido de que la energía solar es la solución; vamos a asistir a una rebolución en las tecnologías que convierten los rayos solares en electricidad, ya que en realidad sólo requieren un 20% de la energía que generan para producirlos (y no casi toda como comento en el artículo). Sólo hay que ver cómo empiezan a aparecer células solares flexibles y de thin-film (película fina; menos potentes pero la mitad de baratos).