Hoy en día todos los coches traen una conexión con el sistema de diagnóstico OBD (más completo en inglés) para poder conectarnos a la centralita del mismo, una pequeña computadora que controla muchos parámetros del motor y electrónica del coche para mejorar los consumos y avisar al mecánico (o usuario a través del panel de mandos) de los posibles problemas y mantenimiento que requiera.
Los vehículos son cada vez más complejos, y el hecho de que la centralita te avise de estos problemas evita muchas veces horas de trabajo al operario del taller de mantenimiento.
En Europa, según la Directiva 98/69EG, los coches a gasolina de 2000 en adelante, los coches a diesel de 2003 en adelante y los camiones desde 2005 en adelante tienen que estar provistos de un OBD. (Wikipedia)
A los que nos guste "cacharrear" con el coche como a mí, para conocerlo como la palma de nuestra mano, podemos utilizar esta conexión para leer el estado del vehículo con un barato conector con conexión bluetooth como el de la imagen siguiente: