Una gozada para un friki de la ciencia y la tecnología.
Christopher Nolan lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a sorprendernos con su prodigiosa imaginación, creando una historia sugerente, sorprendente, profunda, que nos obliga a visionarla dos veces para pasar del disfrute emocional al análisis y comprensión total, posiblemente su mejor película hasta la fecha.
Puede ser que mi situación personal haya favorecido que me afectara emocionalmente como lo ha hecho, llegándome tanto como para casi no poder contener las lágrimas en varias partes de la película. Y los momentos de acción tampoco se quedan atrás, ¡hasta me hizo saltar del sillón en cierto momento del susto!