En esta entrada veremos qué pormenores debemos tener en cuenta para adaptar un vehículo para ahorrar combustible desconectando el alternador cuando no nos interese cargar la batería (y aprovechar las frenadas, freno motor, etc para hacerlo), aprovechando lo aprendido en la entrada anterior. Esto es útil sobre todo en un diésel, donde el consumo eléctrico es mucho menor que en uno de gasolina.
Actualmente toda medida es poca para bajar el consumo de un coche, y aunque estemos en un período de bajada del precio del combustible, es algo transitorio, pues como con cualquier materia prima escasa muy demandada sus precios no tardarán en volver a subir (o a mantenerse en el nivel más alto que sus energías competidoras permitan).
Podemos cambiar las ruedas a unas de bajo consumo, cambiar el aceite por otro más eficiente energéticamente (como ya comentamos), etc, y uno de los puntos de gran capacidad de ahorro (entre el 1 y 5% de ahorro) es en la producción eléctrica; generar electricidad con petróleo sale muy caro. Incluso hay gente que ha hibridizado parcialmente su vehículo cambiando el alternador por un motor/generador y sustituyendo la batería por una LifePo4 (Forum GoldenMotor).
Hay que evaluar la conveniencia de esta modificación, pues las baterías de plomo-calcio no permiten más de un 20% de descarga sin dañarse; es posible que los 300€ ahorrados a los 100 mil kms se vayan en parte en una batería nueva. Lo ideal sería montar una batería LiFePo4, pero puede costar más de 200€.
Los motores más innovadores ya incluyen la carga programada de la batería, de forma que sólo se activa cuando el voltaje baja de un nivel a partir del cual ya empieza a ser perjudicial para la misma, aunque desconozco qué tipo de batería utilizan y cómo es el procedimiento.
Como curiosidad, en el siguiente vídeo podéis apreciar cómo se nota la carga de trabajo del alternador, apreciándose claramente la bajada de rpm (y ajuste automático por la centralita) de este motor PSA 1.6 Hdi diésel: