Solemos utilizar estos prácticos sensores de temperatura sin contacto DT-8861, con un 2% de error bien calibrados para el material utilizado, y uno de ellos empezó a dar lecturas extrañas, muy altas.
Info: Todos los cuerpos emiten infrarrojos en proporción a la temperatura, es así como se sabe la temperatura de las distantes estrellas o planetas, pero hay que tener en cuenta que este valor varía dependiendo del coeficiente de emisividad del material, esto es, el brillo de su superficie por decirlo de alguna manera (cuanto más brillantes la temperatura real es superior), por lo que hay que ajustarlo al material/textura medidos (existen cintas negras especiales para pegar al objeto y obtener un valor más exacto todavía).
Aquí tenéis unas tablas para su calibración según el material (Testo):
Desarmando el pirómetro ya se empieza a ver que presenta polvo de metal a los lados de la pantalla:
Las lecturas se producen en el sensor de infrarrojos, que está adecuadamente protegido de cualquier interferencia u otra fuente de calor, con un cuerpo en aluminio y una tapa trasera de chapa. Soltamos los dos tornillos que fijan la óptica:
Y accedemos al sensor, que presenta el mismo problema; una falta de hermeticidad (y de cuidado por parte del usuario) ha hecho que algo de polvo metálico entrara, impidiendo lecturas correctas:
Lo limpiamos con algodón con cuidado de dejar bien limpio el círculo de lectura y no rallarlo.
Limpiamos también el plástico protector blanco y toda la óptica con un pincel o algodón con algo de alcohol:
Como se ve, también tenía restos de suciedad. Estas herramientas de precisión deben guardarse bien cuando no se usan, y no dejarlas expuestas en una atmósfera de polvo de hierro.
Ya sabéis, si os ha servido, ¡se agradece un comentario!
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