Un día para soñar, como aquellos que hace tiempo no acontecían,
lleno de alegrías, buen rollo y esperanza.
Hoy mi alma está saciada, enturbiada y feliz por el vino rosado italiano,
y tu contagiosa alegría.
Hacía tiempo, demasiado tiempo que no me lo pasaba tan bien,
rodeado de gente y a tu lado.
Fueron tiempos revueltos, en los que me sentía perdido, desamparado.
Me faltó el apoyo y la comprensión... y la fuerza de voluntad.
No hay nada mejor que la compañía y las risas entre amigos,
para que el corazón se sienta arropado y querido,
para que vuelvan a salir mis ángeles y se escondan mis demonios.
No podía haber empezado mejor este agosto,
¿Qué nos deparará el mañana?