9 oct 2021

Huracán


Me buscaste, ágil como el viento,
y sin decirme una palabra,
me hablaste con tu cuerpo
de seducción y pasión,
de placeres y sueños.

Mis vientos fríos del norte
chocaron con el calor del sur de los tuyos,
nuestra brisa se volvió tornado,
y en un instante,
nos encontramos sin ropa que nos estorbara,
dispuestos a sentir los envites del ciclón
en cada centímetro de nuestra piel.

Mi deseo tomó forma
fuerte y flexible como una palmera,
que se inclina ante la fuerza de tu ciclón huracanado,
pretendiendo arrancarlo de cuajo con sus acometidas,
para dejarlo mojado y derrotado.

Gotas perladas de lluvia
empiezan a deslizarse por nuestros cuerpos,
el ciclón parece calmarse por momentos,
y jadeando, nos damos un respiro.

Pero no hay tregua,
el huracán vuelve con energías redobladas,
terminando por empaparme de lluvia fresca y dulce,
zarandeándonos a ritmo frenético y orgásmico,
golpeándonos en sus últimos estertores,
para dejarnos exhaustos y doloridos,
agonizamos unidos en un abrazo eterno.