¿Cómo caliento mi casa de forma barata y con el mayor confort? Esta misma pregunta me hice yo en el verano de 2006. Y ahora, en pleno 2025, actualizo este artículo para reflejar la nueva realidad energética y ayudarte a tomar la mejor decisión.
Antes de pensar en cómo calentarla, recuerda el principio fundamental: es 10 veces más barato y efectivo aislarla primero. Una buena inversión en aislamiento (ventanas, paredes, techos) es un gasto que se realiza una vez y que genera ahorros para siempre.
Tras haber analizado y cambiado la calefacción de mi casa, he adquirido ciertos conocimientos que quiero compartir, ya que calentar el hogar es un gasto que puede desequilibrar cualquier presupuesto familiar en los fríos meses de invierno. No tengo la verdad absoluta, así que toma estos consejos y razona por ti mismo.
![]() |
| Estufa catalítica a gas. (Imagen: Neoferr) |
Calor para presupuestos muy ajustados
Si el presupuesto es extremadamente limitado para una instalación completa, las estufas de butano siguen siendo una opción de emergencia. Son económicas de adquirir y una bombona (regulada a unos 16,67 €) ofrece un calor potente e inmediato. Sin embargo, su uso continuado es engorroso, genera humedad en el ambiente y exige una ventilación constante y rigurosa para evitar riesgos de seguridad. No es una solución de confort a largo plazo.
El Eje de la Decisión: Comodidad vs. Economía a Largo Plazo
Hoy en día, la elección ya no es solo entre comodidad y economía, sino también sobre sostenibilidad e independencia energética. Podemos optar por sistemas pasivos que requieren nuestro trabajo (como la leña) o por tecnologías automáticas que, aunque requieren una inversión inicial mayor, se amortizan rápidamente y nos protegen de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles.
Biomasa (leña, pellets): Sigue siendo una opción excelente, sobre todo en viviendas unifamiliares con espacio para almacenamiento y una salida de humos adecuada. Las calderas de pellets modernas son automáticas y muy eficientes, requiriendo menos trabajo que las de leña. Si tienes acceso a leña gratis o a bajo coste, es una alternativa económica imbatible en coste por kWh.
Aerotermia (Bomba de Calor) + Placas Solares: Esta es, sin duda, la combinación estrella de la década. Representa la mayor inversión inicial, pero ofrece los costes de funcionamiento más bajos, un confort superior (calefacción, refrigeración y agua caliente) y un impacto ecológico mínimo.
Análisis de Costes (Precios actualizados a Julio de 2025)
Para comparar, debemos fijarnos en el precio final del kilovatio-hora (kWh) de calor ÚTIL que llega a nuestra casa, teniendo en cuenta el precio del combustible y la eficiencia del sistema.
Coste del combustible/energía (ordenado de menor a mayor coste por kWh útil):
Aerotermia con Placas Solares: ~0,01 €/kWh. Durante las horas de sol, la electricidad es gratuita. Este coste residual corresponde al consumo nocturno o en días muy nublados. Con un sistema de baterías, el coste puede acercarse a cero.
Madera (si es gratis o de bajo coste): 0,01 - 0,02 €/kWh. Insuperable si tienes recursos propios, pero requiere trabajo físico.
Aerotermia (sin placas solares): 0,04 €/kWh. Un sistema de aerotermia moderno tiene un rendimiento (SCOP) medio del 400%. Esto significa que por cada kWh eléctrico que consume (a un precio medio de 0,16 €/kWh), genera 4 kWh de calor.
Pellets: 0,06 €/kWh. Con un precio medio del saco de 15 kg de pellets de calidad A1 ENplus a 5,50 €, y un poder calorífico de ~5 kWh/kg, sigue siendo una opción económica.
Gas Natural: 0,07 €/kWh. El precio del kWh de gas se sitúa en unos 0,06 €, pero al aplicarle el rendimiento de una caldera de condensación moderna (~90%), el coste real del calor útil aumenta.
Gasoil de Calefacción: 0,13 €/kWh. Con el litro a 1,20 € y un poder calorífico de 10 kWh/l, y aplicando un rendimiento del 90%, se convierte en una de las opciones más caras.
Electricidad (Radiadores/Emisores térmicos): 0,16 €/kWh. Es el método más ineficiente. Transforma la electricidad en calor con un rendimiento del 100% (1 kWh eléctrico = 1 kWh de calor), lo que lo hace 4 veces más caro que la aerotermia. Los radiadores de "bajo consumo" o "calor azul" no ahorran: consumen exactamente lo mismo que un radiador convencional de la misma potencia.


