El agua del depósito (220 lts.), gracias a la captura del calor de la tubería del tejado, subiría de los 14ºC a primera hora de la mañana a los 29º a las tres de la tarde (foto de dos horas antes), lo que no está nada mal para 90 metros de tubería, unos 2 metros cuadrados colocados en horizontal.
Por otro lado, hasta la tarde la temperatura de la tubería de PE se acercaría a los 35ºC, con lo que al ser superior la diferencia a 5ºC (termostato programable) la bomba se pone en marcha y libera el calor en el depósito.
Por otro lado he podido comprobar la efectividad del serpentín de cobre (es uno de los materiales con mejor conductividad térmica y eléctrica, después de la plata y el oro), entrando el agua a 34ºC y saliendo a 29º cuando en el depósito estaba a 27ºC.
Notas y detalles
Al estar la tubería al aire, he visto que las variaciones de temperatura eran muy bruscas en la sonda del tejado cuando hacía viento, indicando que tal vez necesitemos alislarlas un poco con tejabana de fibra de vidrio, cristal (no recomendado por su peligrosidad en caso de viento fuerte) o alguna plancha de fibra de vidrio transparente o policarbonato, sellada por los lados con espuma de poliuretano por ejemplo.
Sin embargo todavía no quiero hacer ningún cambio al respecto, no vaya a ser que en verano, siendo los días de calor tan seguidos, pueda hacer subir demasiado la temperatura de la tubería y echemos de menos el hecho de que esté al aire.
De momento probablemente aísle el depósito con dos métodos diferentes, espuma de poliuretano o bolas de poliestireno expandido (porexpan), ya que de un día para otro pierde todo su calor.
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