Pero, la verdad, es que no saben nada de mí, yo intenté ser lo que querían y no pude, quise hacerlos felices mas fué imposible, porque no quiero eso para mi vida, porque el amor a medias no me es suficiente. Nunca tuve malas intenciones, sólo me cansé de eso.
Y yo sé, yo sé lo que quiero, yo quiero que me quieran como soy, no me pidan menos que eso, ni más, me cansé de esperar que me miren y me abracen sólo por el hecho de querer, sin medir los méritos que hice para conseguirlo.
Ya no pude esperar más y ofrecí lo peor de mí para no hacer daño, porque ahí no estaban mis sueños ni lo que necesito. Tuvieron mil oportunidades de ser la mitad de buenos conmigo de lo que fuí yo con ellos. Porque estaba en una cárcel de amor pero sin amor, con un futuro predecible y angustioso. Me reí de todo y sobre todo de mí, por no llorar más que nada. Porque me espera algo mucho mejor, difícilmente habrá algo peor. Alguien que no esté continuamente negativizando lo que hago o pienso, que tenga el corazón joven, intactas las ilusiones, en el suelo los pies, y el alma libre y abierta a nuevas ideas y experiencias.
Me voy para tener alas y volar sobre su mar y sobre sus montañas, anidar en sus brazos, compartir mi mundo y dormir en el suyo, quiero acercarme cada día a las tardes naranjas, y de vez en cuando volver a mi hogar, sólo porque los amo por lo que son, por lo que me hacen sentir, y caminar volando, volando con la sensación de paz, con mi convicciones y en plena armonía con el mundo, contigo y conmigo mismo.
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