Hoy, leyendo sobre un gran escritor, Julio Verne, en la wikipedia, me doy cuenta de lo mucho que influyeron las lecturas de mi adolescencia sobre mi carácter y mi forma de ver el mundo.
Julio tenía una gran capacidad lógica, que junto con sus grandes conocimientos sobre la tecnología de la época, le llevó a adelantarse a su tiempo e imaginarse máquinas que no estarían entre nosotros hasta 100 años después.
Y no sólo obras de Julio Verne influyeron algo sobre mí, (sólo recuerdo haber leído 5 semanas en globo y 20.000 leguas de viaje submarino), sino también de otros autores de ficción.
Desde pequeño siempre me atrajo la ciencia ficción porque habitualmente los protagonistas vivían grandes aventuras (Háry János), viajaban a otros lugares inhóspitos (2001: Una odisea del espacio, 5 semanas en globo), y escapaban de la realidad que les rodeaba gracias a la tecnología de la que disponían y a su propia capacidad (Jim Botón y Lucas el maquinista), evolucionando y mejorando por sí mismos (Niork).
Ya con la madurez, cuando tengo un respiro, he preferido libros más complejos, como los de Michael Crichton, Robin Cook, Bernard Werber (fantástico "Las Hormigas"), Clive Cussler (Dick Pitt en sus novelas es una mezcla de James Bond e Indiana Jones), y también disfruto con novelas históricas como las de Ken Follet y Arturo Pérez-Reverte.
Y es que ahora más que nunca, cuando a tanta gente le va regular en la vida, recomiendo la lectura como una forma muy económica de enriquecimiento personal y de evasión momentánea de los problemas diarios para recargar baterías ;-).
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