El correo electrónico suele ser el principal medio de
difusión de malware (robos de contraseñas, virus etc), con archivos que
aprovechan fallos de seguridad del S.O. o de los programas que los abren.
Pueden contener virus casi todos los tipos de archivo (hasta
los PDF), excepto imágenes, vídeos y sonidos (actualmente no se conocen). La regla más segura es no abrir JAMAS un adjunto
no solicitado. Incluso podría venir de un remite conocido, pero sabremos si
es legítimo con sentido común y examinando el texto del mensaje (aunque cada
vez es más difícil distinguirlos por la sofisticación de los virus).
Para verificarlo, basta con descargar el archivo sospechoso
al ordenador (no hay peligro mientras no se abra o ejecute):
(También puede venir contenido dentro de un archivo
comprimido (zip, rar, etc), en ese caso hay que extraer su contenido para
analizarlo.)
Y lo subimos a la página de https://www.virustotal.com/es/ y
pinchamos en “analizar”: