Nuestra flamante pantalla corría cada vez más peligro de que los peques de la casa hicieran de las suyas, toqueteando el cristal líquido, rayándolo cuando no estamos presentes o incluso con el peligro de que se cayera al suelo al estar sobre el mueble de la salita. No son como las pantallas de tubo que por su peso y dureza era muy difícil que se dañaran. Y en este caso la mejor solución es ponerlas lejos del alcance de manos curiosas, cuanto más alto mejor, con un soporte como este Hori SH-50, para todo tipo de pantallas de 17" a 32" y 25 Kg. de peso máximo.
Colocación
Se atornilla el soporte a la pantalla para poder ponerlo a presentación. En mi caso con el LG M228WD he utilizado unos separadores de plástico que venían incluídos en la caja para que los conectores no quedaran inaccesibles y ganar un poco más de distancia de la pared: Trae tornillería de todo tipo para casi cualquier monitor; de rosca fina y gruesa, tornillos cortos y largos y separadores de dos tamaños para el caso de que pegue con alguna pieza o cable del monitor. Si no trajera los tornillos adecuados siempre nos queda la ferretería de la esquina ;-). Hay que tener cuidado de no pasarse apretando (o puede que se pase de rosca el tornillo) y de que el no penetren más que lo justo en el monitor si no queremos que dañen partes internas del monitor, aunque depende de la profundidad de la rosca; en este caso unos 6 mm.
Soltando 4 tornillos se retira la base que trae, quedando un hueco en su lugar: Una vez hecho esto podemos coger el monitor y ponerlo a presentación en la pared para ver cuál es la posición y altura más idónea. En mi caso me gustaba a 10 cm por encima de la altura de nuestros ojos, ya que a 2 metros de distancia que tenemos el sofá normalmente estás un poco reclinado hacia atrás, por lo que si inclinas unos pocos grados el monitor hacia abajo, queda perpendicular a la cabeza. Cuando monté el soporte no tenía el nivel a mano para poner el soporte bien horizontal, por lo que lo cogí por el extremo y a ojo de buen cubero ;-) lo puse horizontal en la pared, marcando con un rotulador donde irían los tornillos (a poco que lo pongamos torcido la pantalla nos quedará torcida así que lo mejor es ser lo más exacto posible). Con el taladro hay que procurar que no se nos deslice al empezar los agujeros, empezando suave para luego apretar a fondo. En mi caso quería poner tan alto el monitor que una vez atornillado el soporte en la pared no iba a ser posible introducirlo en su sitio por pegar con el mueble superior, así que no tuve más remedio que soltar la parte que iba ajustada al soporte para atornillarlo todo junto y luego volver a montarlo: Lleva unos pasadores con unas arandelas a cada lado para facilitar el giro. Las que lleva arriba tienen agujeros cuadrados para que no estén locos los tornillos, las tuercas son de seguridad para que no se aflojen con el uso con un anillo interno de plástico. Como vemos en la siguiente imagen a través de los agujeros podremos apretar los tornillos; hemos tenido suerte ;-). Antes de proceder al taladrado conviene preparar todo para evitar el polvo. Con un papel o un plástico horizontal pegado a la pared con cinta servirá: Los tornillos son de un tamaño importante para poder aguantar todo el peso del conjunto monitor y soporte y tienen que ir bien amarrados a la pared. Comprobar que la longitud del tornillo no es superior a la anchura de la pared para evitar sorpresas; los tornillos que trae para el amarre son tirafondos de unos 6 cms. En la imagen siguiente se aprecia el polvo acumulado. Creo que mi mujer esta vez no se va a acordar de mis muertos ;-). Ya sólo queda apretarlos en su sitio, están duros de narices (merece la pena) por lo que no son aptos para destornilladores pequeños; recomendado destornillador de carpintero de estrella. Vemos lo ajustados que pasan con respecto a la pieza que sujetará el soporte: Ya sólo queda la parte más difícil; con el monitor suspendido por arte de magia, meter los pasadores y arandelas en su sitio, se recomienda ayuda de alguien fuerte o haberse pasado por el gimnasio recientemente ;-). Recordad que hay que hacer esto sólo en el caso de que seáis tan brutos como yo de poner la pantalla casi en el techo y luego no pudiérais retirar el monitor con su soporte. Ya sólo falta introducir las arandelas inferiores, abocar los agujeros y bajar los pasadores por ellos: Y este es el resultado final. Queda a un metro y medio del suelo aproximadamente con lo que mi hijo de 4 años sólo llega al botón de encendido; suficiente. Y al ser extensible se puede dejar pegado a la pared o a 40 cms de ella y a un lado o a otro. Este soporte es orientable 90º e inclinable unos 15º; podríamos haberla puesto más alta todavía, jeje. No creáis, que he pensado ponerla en el techo, pero los cables no llegaban, jejeje. Por último colocaré los cables con un organizador de cables blanco que venden en los chinos para que no canten tanto por la pared. Ha quedado estupenda la pantalla. Hemos disfrutado con ella de la victoria de España en la Eurocopa de lo lindo... hasta parecía más grande estando así. Y un detalle final: La barra de sensores de la Wii pegada en la parte inferior ;-).
¡Hasta pronto, queridos lectores!
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