Según Android inunda el mercado de los móviles inteligentes con más y más variedad de aparatos de diferentes fabricantes, nos encontramos que
algunos terminales no son todo lo rápidos que se podría esperar de un móvil de estas características, enlenteciéndose a lo largo del día según abrimos aplicaciones, o que enseguida se les llena la memoria (el uso de la memoria interna depende de la versión Android; os recomiendo, si tienes problemas de memoria llena, leer
esta entrada en Xataka). Suelen ser terminales económicos con poca memoria ram y procesador, lo que se nota en el uso diario.
Esto pasa porque por defecto
en Android las aplicaciones no se cierran al salir de ellas, permaneciendo en segundo plano consumiendo memoria y batería. También influye el hecho de tener una versión de Android desfasada en el teléfono, por lo que
es muy recomendable comprobar si el fabricante tiene alguna versión nueva disponible conectando el teléfono a un ordenador con internet y los controladores instalados o bien podemos buscar "firmwares" alternativos para nuestro móvil Android, "cocinados" por grupos independientes a partir de los archivos de libre disposición de Android; una de las grandes ventajas de
un sistema libre como es Android.
Con ello resolveríamos muchos fallos de versiones anteriores, además de que suelen ser más rápidas.