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3 nov 2008

Flor bonita

Flor, no te marchites,
que el agua que ahora te doy alimente tus entrañas,
elimine tu desazón y ahogue tus penas.

Flor, te cantaré y mimaré,
para que tus pétalos recuperen su tersura
y se sientan dichosos de abrirse al nuevo sol de la mañana.


Renace cual ave Fénix,
y alegra con tu belleza la vida de los que te rodean.

4 oct 2008

Me gustaría perderme

Incluída en una carta a mi niña el 2-02-02 ;-)

En un bosque eterno, continuo,
sin lugar para un rayo de luz,
me gustaría perderme.


En una larga playa, en un mar infinito,
mandando una buena embarcación,
bajo el tibio y agradable sol,
me gustaría perderme.

5 feb 2008

Mi amor

Dedico esta entrada a la mujer de mis sueños, la que me aguanta y me comprende cada día de mi vida.

Y qué mejor regalo para el día que se aproxima que escribirte unas palabras en el cielo (y a falta de cielo un blog expuesto al mundo...), a riesgo de parecer cursi o idiota. A ver si hoy me inspiras, musa mía.

¿Qué es lo que tienes para que te quiera como el primer día? Nadie lo sabe.

¿Será tu perfume natural, que me embriaga con dulzura?

18 dic 2007

Una poesía: Cuando las musas se ahogan

Seguro que más de una vez se te ha ido la inspiración; qué forma más bella de describirlo:

MUERTE DE UN POETA
Por Santiago (Rudo Poeta)

Yace bajo mi pluma
una sencilla cuartilla
un poema que se esfuma
bajo mi tinta amarilla.

Ya mis palabras no riman
por más que intento rimarlas
y es que me siento vacío
de sueños y de ilusiones,
por eso se siente frío
cuando acaban las pasiones.

11 nov 2007

Empecemos de nuevo

Vacío y solo.
Vacío y solo me siento,
con el corazón descubierto,
si yo a tí no te tengo.

Nuestro amor encerramos,
en jaula de cristal y barrotes,
que pusimos,
uno a uno, con reproches.

3 jul 2007

Somos meteoritos...

Hoy lo pensaba.
Somos como meteoritos entrando en la atmósfera.
Cuando nacemos apenas se nos ve,
según vamos entrando en la atmósfera alcanzamos nuestra madurez y brillamos con luz propia,
para irnos desgastando en el camino y la mayoría desaparecer dejando sólo cenizas.

Sólo los más grandes,
los más brillantes,
llegan al suelo y quedan en la historia hasta el fin de los días.