Hoy lo pensaba.
Somos como meteoritos entrando en la atmósfera.
Cuando nacemos apenas se nos ve,
según vamos entrando en la atmósfera alcanzamos nuestra madurez y brillamos con luz propia,
para irnos desgastando en el camino y la mayoría desaparecer dejando sólo cenizas.
Sólo los más grandes,
los más brillantes,
llegan al suelo y quedan en la historia hasta el fin de los días.
Es tuyo el pensamiento???.
ResponderEliminarmuy bueno david
Pues sí, la verdad es que a veces me sorprendo a mi mismo ;-). Gracias por tus comentarios y hasta mañana.
ResponderEliminar