¿Qué tipo de radiador elegir para calentar nuestro hogar?

Si el lector cree que voy a hablar sobre qué radiador termo-eléctrico de bajo consumo elegir, no es este su artículo, pues los desaconsejo totalmente: Por coste a la larga, por poco ecológicos y por los problemas que puede traer a nuestro sistema eléctrico (léase apagones) si todos los hogares los utilizaran.
Y olvidaros de los radiadores de acumulación; no merecen la pena.
En realidad voy a hablar de la forma, tamaño y material de los radiadores más idóneos.
A la hora de colocarlos hay que elegir los de mayor rendimiento, los que tengan más superficie de contacto con el aire. Y cuanto más grandes sean mejor (guardando siempre la proporción con las necesidades únicas de cada habitación).
Los radiadores de aluminio que se suelen poner son una buena elección, la estética que tengan no influye mucho en su eficiencia, más bien el número de aletas de metal que tengan.

Temperatura del agua
Ten en cuenta que cuanto más caliente está el agua del circuito más energía desaprovecha el calentador, ya que el agua del serpentín de la caldera recoge más temperatura cuanto más fría se encuentre.
Si los radiadores se encuentran mal dimensionados, la caldera estará tratando de calentar durante mucho tiempo agua ya caliente, por lo que su rendimiento disminuirá mucho.
Por eso recomiendo bajar la temperatura máxima del agua de los radiadores a 65ºC o menos (depende de las necesidades). Es preferible que la caldera se encienda algunas veces más al día, liberando el calor poco a poco y aprovechando mejor el gas, a que se encienda hasta alcanzar 85ºC (que suele ser la temperatura por defecto).
Además evitaremos una mayor formación de aire en el circuito y que los radiadores quemen, además de ahorrar energía, aunque tiene la contrapartida que el desgaste de la caldera es algo mayor al tener más ciclos de encendido, pero este gasto es mínimo si calculamos bien la temperatura, la diferencia de consumo es mayor que el posible gasto en reparaciones.
En general es conveniente que vaya en consonancia con la temperatura del exterior; a más frío más temperatura del agua.

Y unos consejos para ahorrar energía:
- Apaga los radiadores de aquellas habitaciones no frecuentadas. Con esta medida se produce el ahorro más importante, ya que no estarás calentando la parte de la casa que no utilizas. Recuerda cerrar las puerta para evitar que el resto de la casa se enfríe, y aunque estas habitaciones estén frías, no lo estarán tanto como la calle, ya que parte del calor del resto de la casa se transmitirá por las paredes, por lo que su temperatura te permitirá seguir visitándolas.
- Purga los radiadores. Con el tiempo y el calor, el agua tiende a descomponerse en aire, impidiendo que los radiadores den el máximo rendimiento. Revísalos una vez al año al menos.
- Utiliza un termostato con programador. No todo el día estamos en casa, por lo que es conveniente que la temperatura baje unos 5 grados cuando nos ausentamos y vuelva a subir 1/2 hora antes de volver, con lo que ahorraremos por lo menos un 30% esas horas de ausencia. No son tan difíciles de programar, y sólo es necesario hacerlo una vez. Un buen programador es la mejor inversión que se puede hacer, aparte de una buena caldera de condensación.
- No colocar ropa encima de los radiadores: Aparte de resultar caro y anti-ecológico secar la ropa de esta forma, ésta actúa de aislante, disminuyendo el rendimiento del radiador. Si tienes una urgencia y necesitas secar una prenda, retírala en cuanto se haya secado.
- Dejar libre la parte superior del radiador: De esta forma el aire circulará libremente y el radiador se enfriará mas rápido, contribuyendo al aprovechamiento energético como hemos comentado.
- Apagar la calefacción si nos vamos a ausentar más de 12 horas y no tenemos programador. El coste que supone volver a poner a 21ºC la casa hace desaconsejable apagarla si es por poco tiempo.

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