En este blog hemos estado analizando los beneficios de utilizar la biomasa para calentar nuestra casa por su rentabilidad y ecología.
En esta entrada voy a analizar algo aún más beneficioso para nuestro bolsillo y la naturaleza: La tecnología de doble combustión en las estufas de leña. Con este sistema, del que carecen la gran mayoría de estufas de leña, conseguimos un rendimiento aún mayor evitando gran parte del mantenimiento al evitar la generación de humos, con lo que los tubos de salida acumulan menos hollines y alquitrán con el uso, producidos por una combustión imperfecta de los gases expulsados por la madera al coger altas temperaturas.
El hollín son partículas de carbono que no llegaron a quemarse y no pasaron a gas en forma de CO y CO2.
A la derecha los humos emitidos por una estufa convencional, a la izda. una estufa con combustión secundaria |
En una combustión perfecta de la madera, los humos serían casi transparentes, emitiendo sólo CO2 y vapor de agua (al combinarse el carbono de la madera con el oxígeno del aire). Podemos verlo en el siguiente vídeo ejemplo comparando estufas clásicas con las estufas de alta temperatura y doble combustión: